Año
21. Nº 2
FLORA Y VEGETACIÓN DEL CAMINO INTERNACIONALAGUA NEGRA-NIDO
DEL ÁGUILA (SAN JUAN, ARGENTINA)
Agua
Negra-Nido del Águila international road flora and vegetation
(San Juan, Argentina)
Justo Márquez1, Eduardo Martínez-Carretero1, 2, Antonio Dalmasso1, 2, Graciela Pastran1
1
Licenciatura en Biología. Universidad Nacional de San Juan.
2
Geobotánica y Fitogeografía. IADIZA- CONICET
Autor correspondiente:
A. Dalmasso. E-Mail: adalmass@mendoza-conicet.gob.ar
RESUMEN
Se estudió la vegetación y la flora vascular en un gradiente ambiental, de 180 km, oeste-este, entre las localidades, paso de Agua Negra, ubicada a 4300 m de altitud, hasta la de Nido de Águila (Huaco) a 2000 m. Para ello se realizaron 70 muestreos de flora y vegetación dispuestos en unidades geomorfológicas fisiográficamente homogéneas. La cobertura se estimó mediante censos cualitativos de vegetación, a partir de los que se elaboró el espectro biológico de la vegetación de cada piso. En el extremo más alto de la transecta, entre 3900 y 4300 m, se ubica el piso altoandino; en él que predominan especies tales como Pappostipa chrysophylla var. cordilleranum, Adesmia aegiceras y Nototriche compacta. El piso de la puna se distribuye entre los 2800-3900 m de altitud, y muestra la dominancia de especies como Artemisia mendozana var. paramilloensis, Lycium chanar, Lycium fuscum; en el marco del mismo piso aparece, por debajo de los 2800 m, la vegetación del Cardonal, caracterizada por la frecuencia de cactus como Denmoza rhodacantha, a partir de los 1800 m y Lobivia formosa, desde los 2500 m. El piso del monte alto se extiende entre 1900 y 2700 m s.n.m., y está dominado por Larrea divaricata, Gochnatia glutinosa y Monttea aphylla; bajo los 1900 m, es reemplazado por el piso del monte bajo caracterizado por Bulnesia retama, Larrea cuneifolia, y en las depresiones salinas, por Allenrolfea vaginata, Suaeda divaricata y Plectrocarpa tetracantha. En la transecta se registraron de 254 especies de plantas vasculares, 231 nativas y 11 alóctonas asilvestradas.
ABSTRACT
The vascular flora and the vegetation, its relation with
the dominant geoforms at an environmental gradient,
of 180 km, west-east, between Agua Negra, at the
Chilean frontier at 4300 m altitude until Nido de Águila (Huaco)locality, at 2000
m, was studied. For this purpose, 70 samplings of flora and vegetation were
carried out in physiographical homogeneous geomorphological units. The
vegetation abundance was estimated through qualitative vegetation census, from which
the biological spectrum was elaborated following Raunkiaer’s
plant life forms. At the highest transect section, between 3900 and 4300 m,
lies the Altoandino vegetation belt, where dominants species are Pappostipa chrysophylla var. cordilleranum, Adesmia aegiceras and Nototriche compacta. Between 2800-3900 m of altitude, appears
the belt of the Puna where vegetation is dominated by
species as Lycium chanar, Lycium fuscum and Artemisia mendozana var. paramilloensis; under the same belt, the Cardonal vegetation appears below 2800 m altitude, and it is
characterized by a high frequency of cacti such as Denmoza rhodacantha, from 1800 m and Lobivia formosa, from 2500 m altitude. The Monte Alto
vegetation belt lies between 1900 and 2700 m altitude, and is dominated by
species as Larrea divaricata, Gochnatia glutinosa and Monttea aphylla; under 1900 m this belt is replaced by the
Monte Bajo, dominated by shrubs such as Bulnesia retama and Larrea
cuneifolia; at saline depressions,
growths Allenrolfea vaginata, Suaeda divaricata and Plectrocarpa tetracantha. 254 species of vascular
plants, 231 natives y 11 alien species were observed at the
transect.
INTRODUCCIÓN
Las regiones de altura experimentan condiciones ambientales extremas tales como bajas temperaturas, intensos vientos y escasez de nutrientes en el suelo, las que limitan el crecimiento de las plantas, razón por la que la riqueza y la diversidad de especies y la de formas de vida es relativamente baja (Mc Arthur, 1972; Chapin y Körner, 1995).
Las plantas que habitan estos sistemas, se ubican, por lo general, en sitios al abrigo de las rocas o en otros lugares más resguardados (Martínez-Carretero & Méndez, 1992). El régimen térmico constituye uno de factores decisivos para analizar la vegetación (Sarmiento (1986), de allí que ciertas adaptaciones morfológicas como crecer en cojín o formar rosetas aplicadas al suelo, les ofrecen ventajas a las especies para su desarrollo en la altitud (Cabrera &Willink, 1973; Cabrera, 1976; Sarmiento, 1986). Al respecto, morfologías tipo crecimiento achaparrado o en cojines se consideran como las mejor adaptadas a los ambientes de altitud (Billings & Mooney, 1968; Bliss, 1971; Billings, 1973,1974; Armesto et al., 1980; Alliende & Hoffmann, 1985; Pysek & Liska, 1991; Martínez Carretero & Méndez, 1992).
La quebrada de Agua
Negra ha constituido, desde la época de la colonia, el paso principal desde
Argentina a Chile, en la latitud de San Juan y la Región de Coquimbo. Ya en
1935 Pérez Moreau (1935) recolectó plantas en la
zona, posteriormente se registran los aportes de de
Roig (1960), Cabrera & Willink (1973), y más
recientemente, los de Martínez-Carretero (1995), Martínez-Carretero (1997) y
Martínez-Carretero et al, (2007) donde proponen que la vegetación forma un piso
altoandino entre los 3800-4200 m, uno puneño entre
los 3000-3800 m, y que por debajo de los 2500 m se extiende la vegetación del
piso del monte.
Posteriormente, Dalmasso & Márquez (2018) estudiaron la vegetación de una transecta E-O en Castaño Nuevo, Villa Corral, Calingasta, entre los 1300-4000 m de altitud y propusieron una zonación de pisos con el del monte entre los 1300-2500 m s.n.m., el de la puna hasta los 3000 m y el altoandino hasta los 3900 m.
Respecto de la flora, Cabido et al. (1993) que estudiaron la vegetación en una transecta de 400 km entre Córdoba, La Rioja y San Juan, siguiendo un gradiente de precipitación de 500 mm, encontraron una reducción de la riqueza de especies y de los estratos con la disminución de las precipitaciones.
MATERIALES Y MÉTODOS
Métodos
Para obtener los
resultados de este trabajo se dispuso una transecta
en dirección oriente-poniente, entre los 850-4300 m de altitud, de 180 km de
longitud (Figura 1) sobre la que se
levantaron 70 relevees
de flora y de vegetación. En cada unidad fisiográficamente homogénea se
registró la cobertura vegetal mediante censos de vegetación cualitativos, a
partir de los que se elaboró el espectro biológico utilizando las formas de
vida de Raunkiaer (1937). Para la determinación y la denominación de las
especies se consultaron los volúmenes de la Flora de San Juan (Kiesling, 1994, 2003, 2009, 2013 y 2018); en tanto que la
nomenclatura sigue preferentemente a Zuloaga & Morrone
(1996 & 1999) y a Zuloaga et al., (2008) y a la base de datos del IBODA.
Los pisos de vegetación se establecieron considerando la composición de su flora y la distribución hasta ahora conocida para las diferentes especies.
Caracterización del área de estudio
-Ubicación:
El paso a Chile desde San Juan a La Serena por la localidad de Agua Negra se
localiza entre los 30º13´6,86´´ S y los 69º12´43,8´´W, con una altitud
máxima de
4787 m.
-Geología y geomorfología: la transecta se emplaza en el sector central de la cordillera Frontal desde el límite con Chile hasta la depresión del río Bermejo, en el norte de la provincia de San Juan. La cordillera Frontal constituye una unidad morfoestructural que se extiende como una faja alargada en sentido prácticamente meridional, desde el norte de la provincia de Mendoza hasta la de La Rioja, desde los 27º hasta los 37º de latitud sur. Litológicamente, está constituida por metamorfitas y sedimentitas del Proterozoico medio sobre las que se disponen, en discordancia, rocas sedimentarias del Carbonífero. Esta secuencia se encuentra cubierta e intruida por una importante secuencia de rocas volcánicas y plutónicas asignadas al Permo-Triásico. La columna estratigráfica se complementa con sedimentitas clásticas y vulcanitas terciarias y depósitos volcánicos, glaciales y aluviales del Cuaternario (Cardó & Díaz, 1999).
Topográficamente la zona se caracteriza por la presencia de cordones montañosos con altitudes que van desde los 3000 y 5000 m s.n.m., los que están seccionados por valles profundos controlados por las estructuras de fallas. Las geoformas resultan de la sobreposición de fenómenos tales como los modelados glaciar, volcánico, fluvial, periglaciar y eólico, todos influenciados por la gran altitud. En las cumbres que superan los 5000 m s.n.m., se encuentran glaciares como los del Agua Negra y de Olivares, los que están actualmente van en retroceso dejando geoformas tanto de erosión como de acumulación (Croce & Milana, 2002). Debido a la altitud y al clima árido se producen efectos de crioclastismo, los que cubren el regolito de las laderas produciendo formas redondeadas y suavizadas.
Los
fenómenos de remoción en masa, entendiéndose por tal reptación de laderas,
solifluxión, coladas de barro, taludes de derrubio, etc. contribuyen a la
formación de glaciares de escombros (Uliarte, et
al., 1990).
El
piedemonte cordillerano a esta latitud está formado extensos abanicos
aluviales que provienen de la cordillera Frontal, los que se consideran como
relacionados con el establecimiento de pisos climáticos glaciares y
periglaciares, que favorecieron el aporte de importantes volúmenes de detritos
originados por procesos de meteorización y remoción en masa y de abundantes
volúmenes de agua, producto de la fusión de hielo, nieve y/o de abundantes
precipitaciones pluviales que fueron movilizados hasta las zonas deprimidas,
dando origen a un piedemonte de más de 20 km constituido por diferentes
abanicos aluviales escalonados. El clima en las áreas montañosas, durante el
Pleistoceno, fue lo suficientemente frío y húmedo para sostener dichos pisos,
mientras que en la cuenca de sedimentación, en el valle de Iglesia, el clima
fue de características semiáridas. La formación de piedemontes, constituidos
por abanicos aluviales escalonados, se considera vinculada tanto a causas
tectónicas como a variaciones climáticas (Peruca, 2009).
En
la actualidad el establecimiento de un clima árido a hiperárido
en el valle de Iglesia, ha generado la casi paralización de los procesos morfogenéticos. Los principales modeladores del paisaje
son, hoy en día, principalmente el viento, además de los escasos arroyos
permanentes y de las crecientes esporádicas, muy separadas en el tiempo
(Peruca, 2009).
RESULTADOS
Vegetación
Como
resultado de este trabajo se describen los pisos de vegetación del monte
bajo, del monte alto, de la puna y altoandino (Tabla 1); el cardonal corresponde a
un tipo de vegetación que se manifiesta a distintas altitudes acorde con la
exposición de las ladreras, pero está circunscrito
principalmente al piso de la puna.
Considerando
la transecta de 180 km de extensión, con dirección
W-E, se obtuvo como resultado que un 15% de su longitud está ocupada por el
piso altoandino, el 25%, por el de la puna
incluido el del cardonal y el 60%, por los del monte bajo y alto.
Como vegetación intrazonal se describen las vegas que se encuentran en los alrededores del corredor andino, que tienen un carácter puntual y tienen una baja riqueza de especies.
La vegetación del monte
Roig
(1960), reporta que en la región del Cuyo la vegetación del monte
ocupa las grandes llanuras entre San Juan y Mendoza, ascendiendo por los
macizos montañosos hasta los 2300 y los 2500 m s.n.m.
Al oeste se encuentra fraccionado, reapareciendo en una angosta faja que sigue
los valles de Uspallata, Barreal, Calingasta,
Rodeo e Iglesia. Florísticamente, se caracteriza por el predominio de las Larrea,
L. divaricata, L. cuneifolia,
L. nitida y de Zuccagnia
punctata, las que delimitan el límite oeste de dicha provincia
fitogeográfica.
En este trabajo se encontró que la vegetación del monte formaba dos pisos, uno bajo, entre los 650 y los 1900 m de altitud y otro, alto, entre los 1900 y los 2800 m.
El piso del monte bajo
La
vegetación tiene la fisonomía de un matorral variable en altura con una
cobertura vegetal del 50% (Fotografía 1), el que suele ir acompañado de un bosque xérico intrazonal en
los niveles del altitud más bajos.
Entre
sus especies dominantes destacan: Larrea cuneifolia, Mimosa ephedroides, Prosopis chilensis, Prosopis flexuosa, Tephrocactus aoracanthus, entre otras. En la ribera de los
ríos temporarios, con suelos arenosos, dominan Larrea divaricata,
Parkinsonia praecox
ssp. glaucum,
Opuntia sulphurea, Bulnesia retama y Lycium tenuispinosum. Siempre sobre suelos superficiales,
principalmente de origen aluvional, siguiendo la
intensa red de drenaje (Tabla 2).
El
piso sustenta una importante variabilidad en sus comunidades. En los suelos con
mayor contenido de arcillas, franco-arcillosos, se desarrolla una comunidad con
Bulnesia retama, asociada a Larrea cuneifolia, Parkinsonia praecox ssp. glaucum,
Lycium tenuispinosum, con presencia en el estrato
herbáceo de Pappophorum caespitosum y Leptochloa crinita, entre las gramíneas más comunes. En
la parte inferior de los piedemontes y la llanura, aparece un bosque abierto de
Prosopis flexuosa var.
flexuosa acompañado por arbustos como Atamisquea emarginata, Atriplex lampa, Mimosa ephedroides,
entre otros, con una cobertura del 50 %. Finalmente, cuando el ambiente es una
depresión, la textura de suelo es fina y hay un aumento importante de la
salinidad se desarrollan especies halófilas como los arbustos Atriplex
spegazzinii, Allenrolfea vaginata, Suaeda divaricata y Plectrocarpa tetracantha. La presencia de los algarrobos, P.
flexuosa y P. chilensis, sólo se manifiesta cuando las raíces de los
árboles tienen acceso a una capa freática; en esos casos se desarrolla un
bosques en galería, que se distribuyen localmente a modo de franjas que se
ubican en los sitios beneficiados por el escurrimiento y por la mayor
disponibilidad hídrica.
Las formas biológicas dominantes en este piso son las nanofanerófias, las hemicriptófitas, las terófitas, y las caméfitas con presencia de suculentas. En los sectores más beneficiados hídricamente aparecen con más frecuencia las fanerófitas (Figura 2).
El piso del monte alto
Su fisonomía es la de un matorral con arbustos de 1-3 m de altura; donde la cobertura total de la vegetación alcanza a un 70% (Fotografía 2). La vegetación del piso se desarrolla en condiciones más húmedas que las del piso del monte bajo. Su límite inferior es la cota de 1900 m s.n.m. a paritr de donde se expresa el dominio de especies de arbustos como Larrea divaricata, Bougainvillea spinosa, Monttea aphylla, Zuccagnia punctata, Lycium chilense; hierbas como, Nassella tenuissima y un Pyrrhocactus (Tabla 3). Esta comunidad en sus niveles máximos de altitud viene en contacto con la vegetación del piso de la puna El espectro de formas de vida de Raunkiaer se observa en la Figura 3. Las formas con más especies son, las caméfitas, las hemicriptófitas y las nanofanerófitas.
El piso de la puna
La vegetación del piso tiene la fisonomía de un matorral de tamaño medio a bajo (Fotografía 3). Este piso en el área del estudio se extiende entre los 2800 y 3800 m s.n.m. Entre los 3000 m y los 3200 m destacan: Artemisia mendozana var. paramilloensis, Maihueniopsis glomerata, Mulguraea echegarayi, Leymus erianthus, entre otras (Tabla 4) y arbustos como Lycium fuscum, Fabiana patagonica, Fabiana denudata, Lycium chanar, Ephedra multiflora, Adesmia horrida ocupan los afloramientos rocosos situados a mayor altitud. La cobertura promedio de la vegetación alcanza a un 37 %.
En relación con las formas de vida de Raunkiaer, predominan las nanofanerófitas acompañadas por hemicriptófitas y caméfitas; las terófitas también alcanzan importantes valores de presencia (Figura 4).
La vegetación del cardonal
De
acuerdo con Cabrera (1994), la distribución de las formaciones del cardonal
está determinada por la exposición, expresándose mayoritariamente en
laderas y quebradas secas entre los 2000 y 3400 m s.n.m.
en el oeste argentino.
En el cardonal se encuentran dos tipos de comunidades de vegetación caracterizadas por la presencia de dos especies de cactus, una de ellas, con Denmoza rhodacantha, aparece principalmente en las laderas de exposición este y a una altitud de 1500 m s.n.m. La otra, con Lobivia formosa, fue registrada a altitudes máximas de 3300 m s.n.m., en laderas con exposición norte y poniente (Fotografía 4). La vegetación del cardonal ocupa, a esta latitud, las laderas de exposición norte, y se presenta como vegetación de tipo saxícola, pues ocupa de preferencia las grietas y las pequeñas rupturas de pendiente donde se acumula material meteorizado, mayormente entre los 1800 y 2500 m; sin embargo en laderas de exposición norte se la observó hasta unos 3300 m s.n.m, Lobivia formosa es comúnmente acompañada por Larrea divaricata, Chuquiraga erinacea ssp. hystrix y Pappostipa vaginata. Entre las especies conspicuas de la formación se encuentran Mulguraea echegarayi, Dolichlasium lagascae, Tunilla corrugata, Chuquiraga oppositifolia, Mellinia candolleana, Nassauvia axillaris, entre otras (Tabla 5). La cobertura promedio de la vegetación va del 15% al 20%.
El espectro biológico muestra la dominancia de las caméfitas y hemicriptófitas en codominio con las nanofanerófitas y terófitas (Figura 5).
El piso altoandino
La vegetación del piso
se manifiesta con la fisonomía de un matorral y o de un pastizal muy ralo
(Fotografías 5 y 6). La cobertura promedio
de la vegetación alcanza a un 12 %. Se ubica por encima de los 3500 m s.n.m. y se extiende hasta el límite superior de la
vegetación, que en el área se encuentra aproximadamente a los 4200 m. En las
gramíneas, por acción de la nieve, se muere la parte central y la mata crece
por emisión de macollos laterales, tomando una forma subcircular
característica (Ruiz-Leal, 1959).
Entre las especies
propias de este piso se encuentran: Adesmia echinus,
A. aegiceras, Maihueniopsis
boliviana, Senecio volckmannii, Nototriche compacta y
Junellia minima. A menor altitud, hacia el límite
de contacto con el piso de la puna, crecen Pappostipa
chrysophylla var. cordilleranum (Fotografía 6), Malesherbia aff. lactea,
Hordeum comosum y Pachylaena
atriplicifolia (Tabla 6).
Las formas de vida de Raunkiaer más frecuentes entre las especies son las caméfitas, acompañadas por hemicriptófitas y terófitas (Figura 6 ).
Vegetación intrazonal: las vegas
En bordes de escurrimiento se alimentan las formaciones de vega, las que tiene unas pocas especies dominantes y una cobertura herbácea variable en función de la formación de suelos, lo que hace que se manifieste a modo de parches (Tabla 7) (Fotografía 7).
Flora vascular del área
La riqueza observada alcanzó a 242 especies de plantas vasculares, 231 nativas y 11 alóctonas asilvestradas (Tabla 8). La riqueza de especies mostró una disminución con el aumento de la altitud por la consecuente reducción paulatina de la temperatura, pasándose de 106 especies en los dos pisos del monte a 71 en el de la puna y a 40 en el altoandino.
CONCLUSIONES
Considerando
la composición florística, geomorfología y distribución de las especies, se
determinaron los pisos de vegetación en el área de Agua Negra: monte bajo,
monte alto, puna y altoandino. La composición de la
flora del piso puneño se ajusta a lo propuesto para la puna de Argentina por
Martínez- Carretero (1995) y se integra bien en el distrito fitogeográfico
Cuyano. Especies como Baccharis tola ssp. tola, Baccharis boliviensis var. boliviensis,
Euphorbia amandi, Jarava leptostachya,
entre otras, tienen un alto valor fitogeográfico por
su distribución desde Perú-Bolivia, norte de Chile y hasta los 32°40'S en Uspallata (Mendoza-Argentina), dando cuenta localmente de
la presencia de la vegetación de la puna, la que en el área se ubica
principalmente en el flanco oriental andino (Martínez-Carretero, 2000). Por
debajo de los 2800 m se extiende la vegetación del monte, que a manera de cuña,
sigue los niveles de altitud más bajos en el paso de Agua Negra.
La
vegetación del cardonal se manifiesta en el monte alto con Denmoza rhodacantha, en las laderas orientadas al este; mientras
que a mayor altitud, presente en el piso puneño y en las laderas rocosas con
orientación norte y oeste, está presente Lobivia
formosa. Es una unidad de vegetación que reúne especies megatérmicas,
fisonómicamente caracterizada, en función de la altitud, por la presencia de
bromeliáceas terrestres y cactáceas.
En
los pisos puneño y altoandino predomina un fitoclima de tipo camefítico-hemicriptofítico, frío
de altura; mientras que en el cardonal y en el monte, el nanofanerofítico-camefítico,
cálido con especies megatérmicas.
Considerando
la transecta de 180 km de extensión W-E, el 15% de
longitud está ocupada por el piso altoandino, el 25%
por el de la puna incluido el del cardonal y el 60%, por los del monte
bajo y alto.
La riqueza de especies de la flora vascular alcanzó a 242, 231 nativas y 11 alóctonas asilvestradas. Se observó una disminución del número de especies a medida que se incrementó la altitud por la consecuente reducción paulatina de la temperatura.
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Citar este artículo como:
Márquez, J., E. Martínez-Carretero, A. Dalmasso & G. Pastran. Flora y vegetación del camino internacional Agua Negra-Nido Del Águila (San Juan, Argentina). Chloris Chilensis Año 21 N° 2. URL: http;//www.chlorischile.cl